El Premio Nobel de Química 2020 fue otorgado a Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna por su descubrimiento en 2012 de que un sistema inmunológico bacteriano podría reutilizarse como una herramienta para que los biólogos moleculares reescriban el código del ADN en cualquier organismo, incluidos los humanos. Sus notables esfuerzos en el desarrollo de una tecnología precisa de edición del genoma es, por supuesto, lo que ahora conocemos como
CRISPR / Cas9. Este trabajo ha revolucionado nuestra industria al permitir investigaciones hasta ahora imposibles y de cara al futuro ofrece esperanza para el desarrollo de curas para enfermedades devastadoras.